Las orugas no respiran a través de la boca: el aire entra en sus cuerpos a través de series de pequeños orificios tegumentarios presentes a lo largo del tórax y el abdomen, que se denominan espiráculos. En el interior del cuerpo, todos los espiráculos se conectan en una red de tubos respiratorios.
Un primer plano de ese orificio por lo cual respiran, una foto de Batu de Treak Nature
Las orugas no tienen buena vista, y tampoco son muy eficaces sus otros sentidos. En lugar de los ojos compuestos característicos de los insectos disponen de una serie de seis pequeños ojos simples, denominados stemmata, en la parte inferior de su cabeza.
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