domingo, 7 de enero de 2007

La luminosidad en el macro

La luz natural no suele ser la más adecuada para el trabajo de macro.
Por un lado su calidad, dirección, dureza y color dependen de la posición del sol y de la existencia de nubes. En pocas ocasiones encontraremos un cielo parcialmente nublado que produzca una iluminación suave y poco contrastada. De cualquier forma tan sólo en las horas cercanas al mediodía la temperatura de la luz es la idónea para las películas de luz de día, y justo a estas horas la calidad de la luz es ínfima.
Por otro lado y debido a la combinación de diafragmas cerrados y a la extensión que utilizamos en macro, es muy frecuente que la luz natural sea completamente insuficiente, ya que no siempre podemos incrementar el tiempo de exposición lo necesario para compensar estos diafragmas. Los animales suelen moverse y es raro que no exista algo de brisa que agite a las flores y a las plantas.

El flash es el aparato de la cámara que emite un haz de luz para alumbrar y congelar el sujeto fotografiado. Hay muchos tipos de flash:
* Flash incorporado: El más simple y común, incorporado en la cámara, es frontal y fijo. Es muy limitado pues su ángulo raramente se puede variar y suelen hacerle sombra los objetivos en distancias cortas.
* Los flashes externos: Funcionan en simpatía con el incorporado en la cámara, es decir, que se disparan sincronizadamente con este. Están conectados a la cámara. Estos son muy útiles por que se puede variar la intensidad y ángulo en que se disparan. Se pueden usar como relleno para eliminar sobras o cubrir ángulos especialmente oscuros.
* Flash esclavo: Es un flash externo que se dispara cuando capta la luz de otro flash.
* Flash macro: Muy útiles en fotografía macro. Suelen tener forma de anillo que se enrosca al extremo del objetivo. A lo largo del perímetro del anillo tiene miniflashes que alumbran el sujeto desde multitud de ángulos, cubriendo todas las sombras. Además, al estar en el extremo del objetivo no hay nada que pueda hacerle sombra.

El Difusor:
Evite las manchas brillantes:
Es muy frecuente que al fotografiar algunas superficies (piel de anfibios, hojas carnosas...) aparezcan manchas brillantes por utilizar una iluminación demasiado frontal, para reducir este efecto basta con utilizar la fuente de luz de forma más oblicua, o recurrir a una iluminación más difusa.
Difusor: Son artefactos de diversas formas que acoplados al flash difuminan la luz y suavizan la dureza del flash.

Los fotómetros de las cámaras están diseñados para funcionar adecuadamente con sujetos que presenten tonos neutros, que reflejen el 18% de la luz que les llega. Esta forma de funcionar suele ser la idónea para la inmensa mayoría de las situaciones, donde los sujetos muy claros o muy oscuros no dominan la escena.
Sin embargo en macro la situación se invierte, no es nada infrecuente fotografiar una flor blanca o un escarabajo negro...
En estas ocasiones el fotómetro interpreta que la flor blanca que estamos enfocando presenta un tono gris al que le llega mucha luz, en consonancia subexpone la fotografía y obtenemos una flor de un color crema. Para evitarlo debemos indicarle a la cámara que sobreexponga un punto si el motivo es de un color claro y dos si es muy brillante (como la nieve) Con los sujetos oscuros la cámara considera que son sujetos grises a los que les llega poca luz y en consecuencia sobrexponen la escena, obteniéndose, por ejemplo, unos escarabajos de color pardo. Para evitarlo debemos subexponer la escena en uno o dos puntos según sea el motivo más o menos oscuro.
Puede suceder que nuestro fotómetro ante la escasez de luz se salga de su margen operativo. En este caso podemos indicarle a la cámara que tenemos una película de sensibilidad superior y con la exposición obtenida realizar los cálculos precisos para la correcta exposición.

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