Este insecto, en estado de larva, lleva una vida terrestre, practica túneles en los que vive y hace hoyos en la arena con forma cónica, donde caen las víctimas de las que se alimenta. Su sustento son principalmente hormigas. Para evitar que estas escapen, es capaz de lanzarles granitos de arena y salir lo justo para capturar la presa y sepultarse de nuevo en su escondite. Otras especies viven bajo el sustrato y cazan activamente, Otras especies viven bajo la corteza de los árboles. Cuando va a comenzar la metamorfosis, construyen un capullo que contendrá a la crisálida durante todo este proceso. El aspecto de la larva de la hormiga león es el de un animal con una apariencia amenazadora, no obstante, no es peligroso para el hombre.
El tramaño de los ejemplares adultos es muy variable, sus alas anteriores van de los 1,5 a los 6 cm de longitud. Superficialmente se asemejan a los odonatos o libélulas e incluso a los caballitos del diablo, la principal diferencia son las antenas, largas, gruesas y segmentadas Los ojos son más pequeños y no divididos como en los ascaláfidos. El color del cuerpo es de tonos pardos y grisaceos y en algunas especies el tórax es amarillento. Las alas generalmente están marcadas con franjas y manchas negras. Respecto a las diferencias morfológicas entre sexos, los largos apéndices anales de los machos de algunas de las especies son la principal diferencia respecto a las hembras.
Hay alrededor de 1300 especies en todo el mundo en más de 200 géneros. Son de costumbres nocturnas y es habitual encontralos en casas, atraidas por la iluminación de las mismas. Durante el día descansan posadas en ramas, es difícil verlas pues dado su color se camuflan muy bien en ramas secas a las que se fijan y parecen parte de ella. Se alimentan de pequeños insectos o en algunas especies, de polen.
1 comentario:
Ufff que detalles en la segunda foto.
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