Morfológicamente, las hembras son más grandes que los machos, y concretamente en el caso de las plumipes, rondan aproximadamente un centímetro de largo. El par de patas delantero es bastante más largo y más desarrollado que el resto de patas. La pigmentación es en tonos marrones, variando mucho las tonalidades.
Tienden redes casi horizontales, muy finas y bien tejidas con formas poligonales, donde se colocan a la espera de que caiga una víctima, cuando esto sucede, inmediatamente inmovilizan tejiendo una fina tela con la que envuelven cuidadosamente para posteriormente ser comidos.
Como anteriormente se ha dicho, son habituales en jardines y plantas caseras, son inofensivas e incluso beneficiosas, pues cazan en sus telas insectos voladores, que en muchas ocasiones son perjudiciales para las plantas y molestos para los humanos como por ejemplo mosquitos.
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